¡Garrapiñada!

Nada del otro mundo hoy, excepto que fuimos con Gregory, Elmer y Alfredis a Burger King de Cabildo y Olazábal a terminar de compaginar un trabajo de Geografía. En un vano intento de concentración, me comí un freakin' postre tramontana (en la foto se ve lo que quedó) y Aldana un Tafirol, porque se sentía mal. Gracias a Zeus, se terminó sientiendo mejor, lista para ir a dar unas vueltas por el abismo.

Cuando volvía a mi rancho, en un repletísimo 67, un atolondrado gordo, sin ofender, me pegó un golpe en el estómago, cual Silvester Stallone en 'Rocky IV', que me produjo el acto reflejo de decir: "Flaco, ¡tené más cuidado! ¡No viajás solo!", a lo que el individuo, irónicamente llamado flaco, contestó: "¡Pará, nena! ¡Correte que tengo que bajar!". Sin ganas de terminar con la discusión le dije "¡Pero qué querés! ¡¿Que vuele?!". Como un mensaje celestial, el colectivero clavó los frenos y el robusto salió disparado para el sector delantero del automóvil.

Últimamente estoy teniendo muchos altercados en el transporte público, por lo que voy a tener que empezar a callarme un poco. Algún día me toparé con un partidario de Quebracho y voy a terminar mal... O no tan bien.

Gracias por leerme.

Á.

Listening to: "Deep River Blues" by Ralph Burns.